miércoles, 2 de abril de 2008

Historias de Tortugas...



Las tortugas, según la mitología de la etnia ticuna, tienen personalidad y la capacidad de transformarse.


Estos aspectos aparecen reflejados en relatos que se han contado de generación en generación, evidenciándose la transmisión del conocimiento de animales relevantes para la étnia ticuna, por medio de la tradición oral.


Se muestran las tortugas como parte de su cultura, encontrándose por ejemplo en historias sobre el origen, captura y relaciones entre tortugas.






Creación de las tortugas


Un señor labraba su canoa con madera de arupane y cada astilla que salía se convertía en tortuga, las grandes se convertían en charapas, las medianas en taricayas y las pequeñas en cupisos; todas las demás astillas se convertían en peces; el señor invitó al cuñado a acostarse en la canoa, pero se cerró, el señor la empujó hacia el río y se convirtió en pirarucú; haciendo otra canoa la calentó para abrirla, pero se quemó, entonces no le gustó y la empujó al río y se convirtió en manatí. Así se crearon estos animales. Otro señor quiso intentar lo mismo, pero las astillas cogían forma de palo, pues solo el otro señor era el del misterio.


Francisco Ferreira-Zaragocilla-42 años
(Traducción Casimiro Ahué)



Captura de charapa



Por el río Manití (Perú), había playa grande con mucha gente viviente; las charapas subían a poner y la gente paliaba por sacar huevos. Una abuelita aprovechando que en el pueblo estaban en fiesta fue a la playa y se encontró con la charapa más grande y vieja, se le montó encima para voltearla y llevarla, le dijo: si no te dejas agarrar te mocho y la charapa dijo: yo soy abuela y no comerás mis huevos y menos el huevo rey. La abuela buscó el huevo rey y lo encontró, lo llevó a su casa y a medida que lo cocinaba crecía más y más lo abrieron y eran 10 huevos, los repartió a sus nietos. Luego todo se inundo y nunca más hubo playa.


Lucio Ahuanari-Atacuari-48 años

Transformación de la charapa


Los abuelos cuentan que había un lago y cerca había un pasadero de gente, había un pescador que cada que iba traía charapa. La gente se preguntaba: ¿Cómo es que tiene todos los días, será la suerte?, era un misterio. En ese pasadero, pasaban muchachas gordas, pasaron cinco muchachas gordas que se transformaban en charapas, el pescador cogía las muchachas que iba chequeando, tenían vestido largo, todos los días cogía pero no quería contar a nadie. Por último le pillaron, lo invitaron a tomar, se emborrachó y contó cómo pescaba charapa.

Leoncio Coello Ahué-Puerto Nariño-56 años


Había un muchacho soltero que soñaba con una muchacha de cara redondita, amanecía y no la veía. Se fue a pescar con flecha al remanso donde boyaban las charapas, de pronto miró que en la popa de la canoa estaba sentada la muchacha de los sueños, le dijo: hola joven, y el joven le dijo: te quiero. Ella volteo la canoa y se lo robó. Ella era una charapa y se lo llevó a la ciudad bajo el agua. Nunca más volvieron a ver al muchacho.


Jorge Curico-Puerto Esperanza-53 años






Amenazas

Naturales


En la etapa reproductiva y zoocria; los tortuguillos salen del huevo en las noches pues el sol los calcinaría. En su recorrido al agua, e incluso antes deben enfrentar diferentes depredadores tales como aves (carraco ­Milvago chimachima­), reptiles (mato ­Tupinambis sp­, babillas y caimanes) y peces (como el cajaro ­Phactocephalus hemiliopterus­ y el bagre (Brachyplatystoma). Todos los anteriores comen sus huevos. Además, el tigre Mariposo (Panthera onca) come individuos adultos.

Son pocos los tortuguillos los que logran sortear todas estas amenazas.




Antrópicas


Los pescadores se instalan en las playas para extender desde allí sus artes de pesca (calandrios y mallas), perturbando las playas con el fuego de sus hogueras y con el ruido de motores que alteran, irreparablemente la playa donde las tortugas desovan.


Los ribereños acostumbran salir de paseo a las playas para capturar tortugas y comer su carne asada y sus huevos, acabando no solo con la vida de la tortuga madre, sino también devastando el nido.


Esta práctica ha sido promovida pues la tortuga es vista como un producto de consumo, dejando de lado el hecho de que se trata de una especie silvestre con un ciclo reproductivo muy lento.

Esta visión de explotación no es nueva, desde el siglo XVII se encuentra en la literatura reportes de misioneros y viajeros que describen el uso de los huevos para la extracción de aceite utilizado como combustible de lámparas.


Además, por ser considerada afrodisíaca, existía un considerable tráfico de adultas.


Cadenas Alimenticias

En época de verano el nivel de las aguas baja formando playas; la tortuga abandona el agua, su hábitat frecuente, para depositar sus huevos, en la arena de las playas altas.
Ella, con sus huevos, engrana otra cadena alimenticia formada por mamíferos, aves, reptiles e insectos. Estas especies animales, predadoras de los huevos de tortuga, forman a su vez otras cadenas alimenticias que son necesarias para mantener el ambiente en equilibrio.


Por ejemplo el zorro, consumidor de huevos y tortuguillos, controla las poblaciones de pequeños roedores evitando que sean una plaga para los cultivos y el bosque.
No todos los huevos son depredados, algunas nidadas se incuban por completo y nacen los tortuguillos.

Las crías afrontan un largo y peligroso camino cuando van hacia el río. De 100 tortuguillos, sólo 50 llegan al agua y de éstos uno o dos alcanza la edad adulta, que para la especie está entre los ocho y los diez años.

En el río, los tortuguillos son alimento para reptiles como la babilla y el cachirre, para peces como el bagre, el cajaro y el caribe o piraña.


En condiciones naturales, sin la intervención del hombre, la sobrevivencia de uno o dos tortuguillos es suficiente para mantener la especie.








Hábitat y Ecosistema

La población de Tortugas Charapas, recorre grandes distancias ocupando diferentes hábitats acuáticos, lagos, lagunas, esteros, morichales, e incluso caños que recorren en búsqueda de su alimento.
Tienen una dieta omnívora “oportunista”, aprovechan la proteína de origen animal (sea fresca o no), comen larvas e insectos, frutos y también plantas urticantes.
En las etapas juveniles habitan en lagos, caños y esteros. Al alcanzar una talla promedio de 40 cm (que estaría alrededor de los diez a doce años) la hembra es madura sexualmente y empieza a desovar en las playas.
Una hembra ponedora puede recorrer cientos de kilómetros entre las diferentes temporadas de aguas bajas y altas de los grandes ríos. Dado que posee una estructura denominada espermateca es posible que los apareamientos sean múltiples, y cabe también la posibilidad de que almacene espermatozoides durante un tiempo suficiente para no requerir apareamientos anuales.
La charapa necesita las playas de los grandes ríos de aguas blancas para desovar. En promedio deposita de 60 a 100 huevos.
El nido cavado consta de dos cámaras: una más profunda, donde van los huevos, permaneciendo allí unos 40 a 50 días, y otra superior, donde las tortuguitas, ya eclosionadas, pasan unos 30 días.
Una vez terminado el proceso, las pequeñas tortugas pasan una noche muy fría y lluviosa, y abriendo finalmente el nido, se lanzan en carrera por la arena hacia la relativa seguridad del río. En tales circunstancias miden unos 5 cm y pesan de 23 a 35 gramos.
Hábitat Léntico

Los ecosistemas de las aguas inmóviles, llamados lénticos (los estanques y lagos de agua dulce), comprenden una zona de aguas poco profundas a lo largo de la costa; una zona de aguas abiertas superficiales que se extiende hasta la profundidad en la que la luz resulta insuficiente para que pueda producirse la fotosíntesis; una zona de aguas profundas sobre las que flota el agua más caliente y menos densa; y una zona de fondo compuesta de sedimentos y fango, donde se produce la descomposición.

La zona de aguas poco profundas, las marismas, están dominadas por la vegetación sumergida, flotante y emergente, entre la cual abunda la vida.
Por ejemplo, bajo una verde capa de lentejas de agua flotantes viven desmidiáceas, protozoos, diminutos crustáceos, hidras, y caracoles.
Las larvas de libélula, los coleópteros buceadores, los lucios y los peces sol son algunos de los organismos que encuentran alimento y protección en los lechos vegetales.
En los carrizales y otras plantas emergentes anidan y se alimentan especies como los mirlos, los chochines de pantano, las ratas almizcleras, y los topillos de agua.

En las aguas abiertas, el plancton vegetal y las algas verdes filamentosas aportan la mayor parte de la energía usada por los ecosistemas lénticos. En esta capa rica en alimentos, el plancton animal, rotíferos, copépodos y cladóceros, se alimenta del plancton vegetal.

En la zona de aguas profundas, la vida se ve afectada por la temperatura y la cantidad de oxígeno disuelto.
En los lagos fríos donde, el oxígeno es suficiente, las truchas y el plancton pueden habitar en las profundidades.
En la zona del fondo, el barro y el agua adyacentes carecen a menudo de oxígeno debido a la descomposición de la materia orgánica. La vida del fondo puede incluir efímeras cavadoras, larvas de quironómido y protozoos, que se alimentan de la materia orgánica y son capaces de vivir con poco oxígeno.

La vida en ríos y arroyos


En las zonas de cabecera, los animales deben tolerar tanto el frío como la turbulencia de la corriente. Algunos organismos, en especial los más pequeños, tienen ganchos y ventosas para fijarse a las rocas; la mayoría tiene forma hidrodinámica para evitar ser arrastrados.

Los organismos de natación libre viven en las zonas de poca corriente, en especial en los tramos bajos, el curso lento de la corriente, especialmente el tramo bajo, donde la anchura del cauce produce áreas de aguas lentas en las orillas.


Ecosistema


La cantidad, variaciones y regularidad de las aguas de un río son de enorme importancia para las plantas, animales y personas que viven a lo largo de su curso.

Los ríos y sus llanuras de inundación sostienen diversos y valiosos ecosistemas, no sólo por la capacidad del agua dulce para permitir la vida sino también por las abundantes plantas e insectos que mantiene y que forman la base de las cadenas tróficas.

En el cauce de los ríos, los peces se alimentan de plantas y los insectos son comidos por aves, anfibios, reptiles y mamíferos. Fuera del cauce, los humedales producidos por filtración de agua e inundación albergan entornos ricos y variados, no sólo importantes para las especies autóctonas, sino también para las aves migratorias y los animales que utilizan los humedales como lugar de paso en sus migraciones estacionales.

Los ecosistemas de los ríos (fluviales) pueden considerarse entre los más importantes de la naturaleza y su existencia depende totalmente del régimen de los mismos. Por lo tanto, se debe tener gran cuidado para no alterar este régimen al actuar sobre el río y su cuenca, ya que una gestión poco responsable de los recursos del agua o su sobreexplotación pueden tener efectos desastrosos para el ecosistema de ribera.

Principales Estudios Realizados


El interés de preservar las especies de quelonios del género Podocnemis, se ha incrementado debido al notable declive poblacional.

Desde los años sesenta se han iniciado las medidas de control a la explotación de la especie y es en los ochenta cuando comienzan los diferentes programas de investigación.

Es por ello que se han realizado diversos estudios con base en el conocimiento de la biología reproductiva, la protección y manejo de las tortugas charapa (P.expansa), taricaya (P.unifilis) y cupiso (P.sextuberculata), principalmente en Colombia, Perú, Brasil y Ecuador, a continuación se describen algunos de ellos...



FUNDACIÓN PUERTO RASTROJO


La Fundación Puerto Rastrojo desde 1981 ha realizado aportes sobre la historia natural con énfasis en la biología reproductiva de taricaya (P. unifilis) y charapa (P. expansa).

Hildebrand y colaboradores (1997) pertenecientes a ésta Fundación, han realizado estudios de la tortuga charapa , durante la década de los 80 en la cuenca media del río Caquetá, encontrada desde los raudales del Araracuara, hasta la frontera colombo-brasilera.

Hicieron énfasis en la etnohistoria de la explotación de la charapa, la percepción de los indígenas hacia la tortuga y estudiaron aspectos de la biología reproductiva de la misma.

Expusieron entre otros datos: el comportamiento de anidación; el periodo de postura; la descripción de la migración de las tortugas lograda por medio de marcaje y la técnica de captura recaptura, proceso que arrojó las distancias mínimas y máximas recorridas y datos de la distribución espacial dentro de la hoya de Cahuinarí.

Se obtuvieron además medidas promedio del tamaño de los nidos, el número de huevos y el tamaño de las hembras ponedoras. Determinando en estas últimas el periodo de incubación.

En cuanto a las playas de anidación, se realizó un mapa de las islas y playas de la zona media del río Caquetá, con base en el uso de fotografías aéreas y a través de reconocimientos directos del río.


CORPORACION ARARACUARA


La Corporación Araracuara, de igual manera desde 1987 ha ejecutado estudios de charapa (P. expansa) en medio silvestre y en condiciones de confinamiento.


Realizó campamentos de protección y manejo de nidos en las playas de Tamanco, Quinche, Tres Islas y Bufeo en la región del bajo y medio río Caquetá.


Este proyecto junto al programa de Puerto Rastrojo, representan hasta ahora uno de los esfuerzos más serios e importantes para la conservación de la charapa (Guiro et al., 1996; MMA, 2000).


Un proyecto similar fue planteado y llevado a cabo por Profauna en 1989 en el Orinoco Medio. Fue iniciado con la creación de un refugio de fauna silvestre y la zona protectora de la tortuga Arrau (Podocnemis expansa).


El objetivo principal de este proyecto era evitar la disminución de las poblaciones de esta especie.


Como actividades principales se realizó la caracterización y cuidado de las playas de anidación, se hizo una estimación de las poblaciones de hembras por medio del conteo de nidos, se tomaron datos morfométricos de las hembras desovadoras, se transplantaron nidos para evitar su inundación y se estimo el tamaño de las nidadas.


FUNDACIÓN NATURA


La Fundación Natura ha trabajado por la conservación de charapa (P. expansa), realizando el Plan Charapa, proyecto bandera del Parque Nacional Cahuinarí, declarado en 1987 para la protección y conservación de las charapas, por contener una gran población de hembras adultas.
Dicho plan logrado por un convenio con el Ministerio del Medio Ambiente-MMA, tenía como objetivo conservar la especie, bajo el contexto social en el que se desarrollaba, por ser esta zona parte de predios indígenas del Putumayo.
El plan incluía actividades de manejo, capacitación e investigación con la comunidad, la metodología se basaba en la combinación del saber tradicional y el técnico - científico, capacitando a las comunidades en el diseño de propuestas de manejo sobre los recursos naturales.
Se establecieron acuerdos con los capitanes de las comunidades, en cuanto a cuotas de captura de tortugas y nidos; se concertó el tráfico de tortugas por parte de pescadores comerciales.
Esto con el apoyo de Corpoamazonía, autoridades tradicionales y no tradicionales, quienes han logrado establecer sanciones a quienes violen los acuerdos (Guiro et al., 1996; Martínez & Rodríguez, 1997).

Esta misma Fundación inició en 1992 el Proyecto Taricaya (Podocnemis unifilis), con el fin de estudiar aspectos de la biología reproductiva de esta especie, en las playas del Parque Nacional Natural Cahuinarí en el río Caquetá (MMA, 2002).

En la Reserva de Protección Faunística de Cuyabeno (Ecuador), se encuentran poblaciones de Charapa (P. expansa) y Taricaya (P.unifilis), siendo mínima la población de charapas y encontrándose un mayor número de individuos de taricaya.

La Fundación Natura en 1992, presentó en la zona una propuesta que planteaba el aprovechamiento sostenible de las dos especies, teniendo en cuenta las cuatro comunidades indígenas presentes en la zona.


Las especies estaban siendo afectadas por actividades de extracción de petróleo, turismo y por la basta extracción causada por los colonos.

Se identificaron pues, tres aspectos básicos para investigar: la biología y ecología de las especies, el estado de la población y el contexto social, económico y cultural en el que está inmerso el recurso.


Tortuga Charapa: Podocnemis expansa


La Tortuga Charapa es la tortuga de agua dulce más grande que existe en América.
Una hembra puede llegar a medir 89 cm y pesar hasta 50 Kg, las hembras son más grandes que los machos a los que la gente llama Capitarí y éstos solo alcanzan los 50 cm con un peso menor a 20 Kg aunque la cola es más larga.
En los adultos el caparazón es café oscuro o negro, aplanado y ancho llegando a la cola, mientras que en los juveniles es un poco más abombado.

El plastron o pecho es plano y un poco hundido en los machos y varía de amarillo pálido hasta oscuro; junto con el caparazón, estos forman una caja que protege a la charapa.

La cabeza de las charapas adultas es negra y las escamas del maxilar de color café; en las crías, existen unas manchas amarillo limón que bordean los ojos y se mantienen aunque más tenues en los machos adultos, mientras que en las hembras si desaparecen por completo.

Su Distribución Geográfica abarca Guyana y Venezuela, región amazónica en Bolivia, Colombia Perú y Brasil y ocasionalmente en Trinidad. Las charapas habitan en los grandes y medianos ríos y lagos de la Amazonía y Orinoquía, les gusta las aguas con abundante barro, viven todo el tiempo en el agua y solo salen a la playa a depositar sus huevos, aunque caminando es lenta y pesada.

Si desafortunadamente llega a caer y voltearse, moriría porque no puede ponerse nuevamente de pie.
Son omnívoras, comen muchas frutas, material vegetal, camarones, cangrejos, conchas, y peces muertos.